El envejecimiento de la piel es un proceso natural hasta ahora irreversible que inicia en promedio desde los 25 y 30 años. La piel, es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y muchas veces le restamos importancia a su cuidado desde temprana edad.
Pensamientos como que el dermatólogo solo es el doctor que cura enfermedades de la piel, uñas y cabello; hace que dejemos a un lado uno de los principios más importantes de la medicina, el prevenir.
Como se indica la piel es un órgano extenso y muy importante ya que nos protege de las agresiones del medio ambiente, además tiene funciones de protección contra la radiación solar, producción de vitamina D, entre otras. Como todo órgano, inicia un proceso de envejecimiento que evidenciamos como arrugas, pérdida de volumen, flacidez, aparición de manchas y lesiones que afectan en mayor o menor medida nuestra imagen.
La edad de inicio depende mucho de factores como la genética, el estilo de vida, la nutrición, el cuidado diario de la piel, el sol, entre otros; por lo cual la asesoría de un especialista es muy importante para aprender el cuidado diario de ella que incluye su limpieza, tipo de productos para mantenerla hidratada, turgente, libre de manchas y el protector solar adecuado según las características de cada persona y su estilo de vida. ¿Pero qué sucede al envejecer? Al llegar a cierta edad la piel deja de producir colágeno, una proteína que da la textura y firmeza.
Además, que las fibras elásticas disminuyen lo que se evidencia como una piel más flácida y con arrugas. Otro factor agravante es el sol, las hormonas y enfermedades crónicas de cada persona y que se manifiestan en la piel como manchas, piel seca o grasa, y tumoraciones benignas o malignas que cambian el aspecto sano de ella. Además de esto, en nuestro rostro hay cambios de la musculatura y pérdida de la grasa que da un aspecto de cara cansada, caída o triste.
Ahora, lo que puede hacer un dermatólogo por cada paciente depende de los conocimientos y experiencia de cada profesional. Desde mi experiencia personal y conocimiento, el uso de distintos tratamiento y procedimientos marcan la diferencia en la calidad y belleza con la que envejecemos.
Utilizar tratamientos como toxina botulínica, plasma rico en plaqueta, mesoterapias, peeling químico, dermoabrasión, rellenos con ácido hialurónico para devolver el volumen perdido, entre otros; permiten tener resultados muy naturales y lucir la mejor versión de sí mismo de acuerdo con la edad de cada persona.
¡No dejen pasar los años, y nunca es tarde o muy joven para cuidar su piel! Tanto hombres y mujeres cada día se cuidan y esmeran en lucir mejor ya que con los avances tecnológicos y médicos, vivimos más años y con ello las oportunidades de proyectar salud, bienestar y belleza.